Cuanto menos, más valorado
En esta antología de relatos de ciencia ficción nos encontramos con ocho historias de diversa ambientación y temática que fomentarán la pausa post-lectura y la reflexión. Un toque de atención para aquellos que creen que no hay lugar para íntimas emociones humanas en la ciencia-ficción.
Nuevos mundos, y algunos viejos
Una compilación de relatos es la suma de estilos y percepciones. Un relato presenta de forma inmediata una forma de entender la historia y transmitir el mensaje. No andarse con rodeos y hacer sentir al lector que necesita saber cómo acabará la historia. Esto es lo que este libro representa: una gran lección de la básica literaria de introducción, nudo y desenlace bien condensado en unas pocas páginas con la capacidad de absorber en apenas diez líneas, y de sorprender en el párrafo final.
- La señora astronauta de Marte (Mary Robinette Kowal): una anciana envuelta en el dilema de volver a ser piloto de una nave espacial y seguir cuidando de su gravemente enfermo marido.
- Algoritmos para el amor (Ken Liu): la capacidad de unas muñecas para reproducir el comportamiento humana hará plantear la posibilidad de que la conducta humana pueda ser el resultado de una programación.
- Frigonovia (Will McIntosh): la espeluznante posibilidad de ofrecer la resurreción a mujeres jóvenes a cambio de que tengan citas con los hombres que les devuelvan la vida.
- Regreso a casa (Mike Resnick): las intenciones de un hijo que ha modificado su cuerpo de que su padre le acepte como es antes de que su madre fallezca.
- La verdad de los hechos, la verdad del corazón (Ted Chiang): dos historias sobre las ventajas e inconvenientes que existen entre la interpretación y el registro objetivo de los hechos.
- Si fuera un dinosaurio, amor mío (Rachel Swirsky): un hermoso canto poético sobre el amor que no puede dejar indiferente.
- La Amaryllis (Carrie Vaughn): en un mundo donde el consumo de recursos naturales y la natalidad conviven en un frágil equilibrio los tripulantes de un barco pesquero buscarán la justa recompensa de sus esfuerzos.
- A la deriva en el Mar de las Lluvias (Ian Sales): un grupo de astronautas en la Luna son testigos de la desaparición de su mundo debido a una guerra nuclear. Golpeados por la certeza de que son los últimos. De que son fantasmas.
Los autores nos advierten de los peligros de la tecnología (tanto en quienes confían en ella como quienes la demonizan) y el peso adecuado que nuestros sueños deben jugar en las decisiones de nuestra vida, comprender que todo lo que hacemos tiene consecuencias sobre quienes nos rodean y que nuestras emociones personales deben ser debidamente interpretadas y analizadas. Los actos del corazón pueden ser muy conmovedores, pero no quedan por ello exentos de error y dolor. Bien lo saben algunos de los personajes.
Al ser una antología selecta nos encontramos con un alto nivel literario, sin embargo, como siempre sucede en estos casos se nos presentan altibajos en la calidad o redacción de las historias, y no puedo dejar de mencionar que Si fueras un dinosaurio, amor mío es el mejor (y más breve) de los textos, seguido muy de cerca de La señora astronauta de Marte, que sirve de relato inicial y nos sumerge en lectura con formidable maestría. Es mi opinión, claro está.
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