Lo mejor de la fantasía clásica, hoy
Si tuviera que describir esta novela en una palabra diría que es oceánica. Es gigantesca y está llena de vida. Un mundo que fluye como un gran río, lento pero imparable. Página a página iremos descubriendo un continente lleno de personajes con preocupaciones y deseos que se harán realidad, para bien o para mal.
El mundo es difícil y confuso y yo no soy más que un hombre
La investigación de un extraño robo desencadenará el inicio de una aventura a través de tierras civilizadas y salvajes en este gran continente que es Êrhis; pero el mundo no esperará a que los personajes regresen. Tiene su propia voluntad y no sigue los deseos de quienes lo habitan. Êrhis vive, y anhela guerra.
En primer lugar, mención de honor a la técnica narrativa de los autores. Un lenguaje directo, sumamente eficaz en sus descripciones y con un excelente cuidado de los detalles. Los escenarios se formarán en tu cabeza sin que te des cuenta y podrás escuchar los pasos resonar en los pasillos y el entrechocar de las espadas. La piedra angular de la novela es sin duda la narrativa. Todo encaja y todo decora.
El gran número de personajes con nombres complejos y puntos de vista puede parecer abrumador al lector pero los autores se las arreglan para que nada más introducir una nueva escena y nombrar a un personaje a las pocas líneas ya sepas de quién está hablando y te sitúes en la historia. No lo hacen mediante una exposición forzada, sino con una debida descripción del escenario y la situación. Muy logrado.
Podemos dividirlos en tres grupos: los aventureros, los sabios y los cortesanos. Los primeros desean ser de utilidad y vivir una vida de emociones, les asustan los peligros del camino y sufren sus errores pero evolucionan y fortalecen sus almas. Los segundos quieren respuestas a los misterios que no comprenden, creyendo que su labor será esencial. Los últimos anhelan un mundo que se rija según sus ideas, nobles o indignas, y eso provocará sufrimiento. Todos ellos, principales y secundarios, son retratados con fidelidad y tienen su propia voz. Son reales y son humanos.
La trama es enrevesada, bastante. El lector puede temer que las subtramas provoquen un desastre en el clímax. Pero se verá gratamente sorprendido. Todos los elementos dispersos se van acercando poco a poco hasta la épica resolución. Firmemente asegurada como un nudo marinero.
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