Basado en hechos imaginarios: Escritura (I): Los personajes femeninos

12 oct 2015

Escritura (I): Los personajes femeninos

¿Dónde están los personajes femeninos?

Los hay, pero ¿se merecen el calificativo de personajes o son un elemento más de la trama? Muchas creaciones literarias tienen una flaqueza que a menudo pasa desapercibida: una pluralidad de personajes femeninos memorables. Todo el mundo puede admirar la fortaleza de personajes como Sarah Connor, Hermione Granger, Ellen Ripley o la Novia (Kill BIll). ¿Alguien los ha visto juntos?

Existe una prueba denominada test de Bechdel que muchos libros, películas y series no logran superar. Pretende comprobar la fortaleza de los personajes femeninos y su peso en la trama, lo que termina haciéndoles únicos. Y, más o menos, sus filtros serían estos:
  1. ¿Hay más de un personaje femenino?
  2. ¿Tienen una escena juntas?
  3. ¿Hablan de algo que no sea hombres?
Al margen de que luego esas escenas sean buenas o no es sorprendente la gran cantidad de novelas que no superan este test.




El problema no es que su personaje fuera sexualizado sino que ¡era la única mujer de toda la maldita Galaxia!

Si no queremos fracasar en este aparentemente simple ejercicio debemos tener cuidado. Analicemos por partes lo que podemos hacer.

¿Hay más de un personaje femenino?

Personajes femeninos hay. La novia del protagonista, su madre, su ex-mujer, su hija, su  musa, su...¡Un momento! ¿Por qué el papel que interpreta depende su relación con el protagonista (un él)? Las mujeres son la mitad de la población (mitad significa la misma cantidad que la otra mitad) pero es una estadística que permanece oculta en las páginas de los libros.

No es tan difícil. ¿Sabes ese dependiente de la ferretería? Puedes convertirlo rápidamente en una dependienta. ¿El periodista? Una mujer. ¿El mercenario? Una mujer. ¿El jefe? Una mujer. Cuando estés creando un personaje para incluirlo, sea en una escena o a lo largo de toda la trama, plantéate la posibilidad de que sea femenino. Le dará más variedad y realismo al elenco de nombres propios.

En mi opinión creo que el nivel más alto de compromiso con un personaje femenino es que interprete el papel de "el malo". Si convertir a la mujer en la heroína es algo que ocurre a menudo y tiene mucho gancho (Katniss Everdeen) porque no hacer lo mismo con la villana. ¿Acaso las mujeres no pueden ser malvadas y tener un plan maestro para someter a la Humanidad? Si los malos pueden, las malas pueden. Y si pueden, ¿por qué no lo utilizas en tu novela?

¿Tienen una escena juntas?

Y no me refiero a desnudarlas en la misma cama o hacer que estén pasando eones maquillándose para salir. Hablo de dos personajes femeninos, con independencia de su peso en la trama, que aparezcan en una escena donde son ellas las que resalten. Que los hombres que haya a su alrededor sean meros figurantes, ¡o que no los haya!

Dales la oportunidad de chupar cámara como hacen otros de tus personajes.

¿Hablan de algo que no sea hombres?

Aparte de ser un tópico recurrente el hecho de que tus mujeres hablen de hombres indica una cosa: tienes a dos personajes hablando de otros personajes. Eso aumenta el peso de los hombres en nuestra historia y minimiza el de las mujeres. Tus féminas pueden hablar de algo distinto a otros personajes, ¡por ejemplo de la trama! ¿Por qué Kara Hurley va a explicar porqué conserva su apellido de soltera cuando podría descubrir porqué existe un límite legal a la inteligencia de las máquinas que no se debe superar? ¿Por qué? ¿Por qué?

Los personajes femeninos son una de las muchas voces que puede utilizar el narrador, ¡hazles justicia! Si has dedicado un esfuerzo considerable en crear a tu personaje, darle personalidad (¡dale personalidad!) y maquetando sus pasos a seguir no lo lances todo a la basura.

Como soy mejor dando consejos que siguiéndolos os agradecería que me recordarais lo que acabo de escribir en caso de que se me olvide.



¡Oh! Siento decir que Ellen Ripley pierde puntos porque esto es lo que ocurre en la escena final de Alien.


2 comentarios:

María Dubón dijo...

Es cierto que hasta hace relativamente poco tiempo la literatura adolecía de mujeres protagonistas. Si las había, era un hombre quien les daba voz: Medea (Eurípides), Electra (Sófocles), Madame Bovary (Flaubert), Anna Karenina (Tolstoi)…

Afortunadamente, las cosas van cambiando, y muy deprisa. En la actualidad, las mujeres que escriben se han apresurado a dar relevancia al universo femenino, creando personajes maravillosos e inolvidables. Desde Virginia Woolf a Annie Ernaux, pasando por Carmen Martín Gaite, Sofi Oksanen, Ingrid Nool o tantas otras que harían la lista muy larga, la literatura mundial se llena de mujeres: mujeres que escriben, mujeres de ficción (no ficticias), mujeres que leen.

Carlos Pérez Casas dijo...

Y eso es algo que deseo seguir viendo y, por encima de todo, leyendo. Gracias a Goodreads estoy investigando autoras de mis géneros favoritos y examinando sus obras. Veamos si la "gran difusión" les hace justicia.

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